Javier Romo Castro, 11.Klasse A
Hace un poco más de un año participé en el torneo nacional de debate de colegios alemanes “Jugend Debattiert in Südamerika”, donde después de tres intensos debates, debido a mi buen desempeño en ellos, recibí una invitación para participar en el PAD PREISTIGÄR PROGRAMM 2019, programa financiado por el Ministerio de Cultura y Ministerio de Educación de Alemania, el cuál premia a los mejores estudiantes en la asignatura de alemán alrededor de 90 países.
El 2 de julio de este año comenzó el gran viaje. En Santiago conocí a los otros cinco chilenos ganadores de la beca, y tras más de 20 horas de viaje llegamos a Bonn, donde nos reunimos con los otros premiados de todo el mundo. En mi grupo había ganadores de Chile, Macedonia, Uruguay, Palestina, Inglaterra y Eslovenia. La semana en Bonn fue muy divertida, realizamos visitas a museos, monumentos y a ciudades cercanas. También realizamos una actividad llamada “Internationaler Abend”, donde todos tuvimos que presentar sobre nuestros países, y Chile fue el ganador!
Después de cinco días en Bonn viajamos a Weingarten, ciudad donde conocimos a nuestras familias anfitrionas y donde fuimos al colegio durante dos semanas. En el colegio recibimos cursos especiales de alemán y también fuimos a clases con nuestros hermanos anfitriones. También durante esas dos semanas realizamos visitas a distintos lugares, como por ejemplo el Castillo Neuschwanstein y los Alpes en Austria, dos destinos imperdibles de la zona.
Pasadas las dos semanas en Weingarten nos dirigimos a München, donde visitamos el Allianz Arena, el Museo de BMW, también realizamos un Tour gastronómico por Marienplatz, y sin duda, lo más divertido fue la excursión a Zugspitze, la montaña más alta de Alemania, donde jugamos durante horas en la nieve, almorzamos en Austria y después nos bañamos en el lago a los pies de la montaña. Sin duda fue una de las mejores semanas del viaje.
Tras una calurosa pero muy buena semana en München, viajamos en tren hacia nuestro último destino, Berlín. En esta ciudad conocimos el famoso Muro de Berlín, el Parlamento e hicimos nuestro propio chocolate en el museo de Ritter Sport.
El tiempo en Berlín fue realmente bueno, pero a la vez triste, ya que la hora de despedirse de todos había llegado. Fue muy difícil despedirse, pero la experiencia que viví con todas esas personas es algo que nunca olvidaré. Realmente valió la pena esforzarme en el debate, porque este premio es una oportunidad única en la vida, la cual todos pueden lograr si ponen de su parte.